Cápsula del tiempo

Cápsula del tiempo guarda memoria del centenario de la Universidad

Es un nicho con ocho mil 432 archivos de información digitalizada y 16 objetos simbólicos que describen cómo es la institución en 2010

Una cápsula del tiempo con ocho mil 432 archivos de información digitalizada –académica, artística, científica y humanística- y 16 objetos simbólicos que describen cómo es la UNAM en 2010, se instaló dentro de un nicho de cantera en una de las paredes laterales de la zona central de Ciudad Universitaria.

Datos estadísticos sobre el estado actual de la Universidad contenidos en discos compactos, medallas y estampillas postales conmemorativas, camisetas de los equipos pumas futbol soccer y americano, versiones digitalizadas de libros y discos, así como un paquete de invitaciones, programas y semblanzas referentes a la celebración central de los cien años de la UNAM, forman parte de los objetos que ofrecerán a las futuras generaciones un retrato de esta casa de estudios en 2010.

Ante alumnos con los mejores promedios, miembros de la Junta de Gobierno y del Patronato Universitario de profesores e investigadores eméritos, entre otros invitados, el rector José Narro Robles encabezó la instalación de la cápsula, que deberá abrirse en septiembre de 2060.

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Estela de cantera Chiluca

En un área verde ubicada a un costado y abajo de la explanada de Rectoría, sobre uno de los muros de roca del Pedregal, se construyó una estela vertical de cantera Chiluca –uno de los materiales más utilizados en los edificios históricos de México desde la época virreinal-, con un nicho para albergar la cápsula del tiempo. En él se depositó la caja rectangular de acero inoxidable pulido, de 40 centímetros de largo por 25 de ancho y 25 de largo, con la memoria de la UNAM a cien años de haber cumplido su carácter nacional.

La caja metálica, reflejante como un espejo, tiene grabado en la parte frontal el escudo de la Universidad Nacional. Para garantizar su sellado hermético y evitar la entrada de agua, polvo o microorganismos que pudieran dañar su contenido, los filos interiores se recubrieron de un empaque de neopreno, el material con el que se hacen los trajes de buceo. No tiene chapa ni candado, sino 20 tornillos de cabeza tipo allen. Por ello, para abrirla dentro de 50 años, se requerirá un taladro con punta de desarmador.

El nicho fue sellado con una lápida de cantera de 12 centímetros de espesor y media tonelada de peso, alineada con el resto de la estela al aire libre; tiene grabado el escudo de la UNAM, el logotipo de los cien años y dos fechas: 2010, cuando se deposita la cápsula y 2060, cuando se espera sea abierta por las futuras autoridades de esta casa de estudios. Para conservar la cápsula dentro del nicho, la lápida se encajó en cuatro pernos de latón, cada uno de una pulgada de espesor, unidos a la cantera con resina epóxica, de tal modo que para retirar la lápida, en el año 2060 será necesario cortar los pernos con herramienta especial. Para la apertura del nicho y de la cápsula del tiempo, las autoridades universitarias depositaron en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) un protocolo con recomendaciones sobre el tipo de herramientas que deben usarse para no romper la lápida ni la cápsula.

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Contenido y conservación

Para conservar dos ejemplares de Gaceta UNAM que se incluyeron en la memoria –uno referente a los festejos del centenario y otro con un suplemento sobre la cápsula del tiempo-, éstos se protegieron dentro de una guarda de cartulina neutra, libre de ácido, útil para neutralizar el Ph del papel y amortiguar los posibles cambios de humedad relativa y temperatura.

Buena parte de la información sobre el estado actual de la Universidad se depositó en dos discos compactos de tecnología Blu-ray de doble capa, la de mayor densidad posible, con 54 gigabytes de capacidad cada uno.

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Para evitar la degradación de la capa de escritura en el soporte óptico, se eligieron discos compactos del tipo Gold plated, hechos de aluminio y recubiertos con una capa de oro de bajo quilataje. Los discos con capa de oro, más estables que los construidos solamente de aluminio y cuya vida útil se estima en cien años, se utilizan comercialmente para guardar versiones originales o masters, que son la fuente de donde se hacen copias.

Como todo medio óptico transportable (CD o DVD), los discos Blu-ray tienen una cubierta plástica transparente, que añade más protección a su contenido. Para poder leer dentro de 50 años la información en los discos compactos, en la cápsula se depositaron dos lectores portátiles de discos Blu-ray con pantalla de cristal líquido, baterías de litio y cargadores universales de baterías. Los lectores, del tamaño de una computadora portátil pequeña, con una pantalla idéntica a las laptop y un lector de Blu-ray en el sitio donde va el teclado, se guardaron en plástico, para proteger especialmente sus circuitos, indispensables para leer los datos.

Entre los contenidos digitales destacan informes sobre el estado actual de la UNAM, planos de construcciones de 2010, audios de docentes y autores de música, libros digitales sobre la presencia de la UNAM en el país y acerca de los profesores e investigadores eméritos, catálogos de publicaciones, informes de actividades, estadísticas y video clips de conciertos, de danza, catálogos de carreras y planes de estudios. También se incluyeron las páginas electrónicas de la UNAM, de escuelas y facultades, así como un recuento de la situación de la tecnología de la información en la UNAM, con datos sobre los acervos digitales, el laboratorio de simulación Ixtli y la Red UNAM.

Pabellón

Para albergar adecuadamente la ceremonia de colocación de la cápsula se construyó, a manera de pabellón, una cubierta constituida por un cascarón reticulado de bambú, diseñado y construido en el campus de la UNAM, como parte del proyecto Cápsula del Tiempo, por dos tesistas adscritos al proyecto, con la guía de sus asesores.

La forma de la cubierta, generada por arcos de catenaria invertidos, permite una gran ligereza y el bambú, usado como material estructural, es un recurso renovable, crece de manera natural y transmite a los alumnos un mensaje orientado al mejor aprovechamiento de los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente.

Ceremonia de instalación

En la ceremonia de instalación, Elisa Galván Escobar, alumna del Plantel 8 Miguel E. Schulz, de la Escuela Nacional Preparatoria, comentó que, desde la infancia, los seres humanos se plantean el futuro. La cultura, tradiciones, arte, monumentos y gastronomía ayudan a tener una visión positiva del futuro y de la identidad mexicana. “Nuestras voces y escrituras serán vestigios y permanecerán silenciados hasta 2060”, reflexionó.

En tanto, Xavier Cortés Rocha, investigador de la Facultad de Arquitectura y coordinador del proyecto, explicó que con la cápsula se conserva un testimonio de lo que es la UNAM hoy, en una tradición de enviar mensajes al futuro que han manifestado diversas culturas, desde los egipcios y los mayas, hasta nuestros días. A su vez, Sergio M. Alcocer Martínez de Castro, secretario general, señaló que, con la cápsula, se intenta tender un puente con las próximas generaciones. “Esperamos que dos generaciones se puedan encontrar. Esperamos interesarlos, estimularlos e invitarlos a hurgar más en el pasado”, añadió.

En la ceremonia, José Narro guardó un mensaje inédito en la cápsula del tiempo, escrito por él, para ser abierto hasta 2060. En tanto, en su discurso a la comunidad ahí reunida, el rector de la UNAM externó su deseo de que dentro de medio siglo haya un México más educado y menos desigual, más seguro y productivo, y sobre todo, más apegado a los valores que históricamente nos han permitido convivir y superar nuestros problemas. “A quién en 2060 toca dirigir los destinos de la Universidad le expreso mi confianza de que el compromiso de nuestra institución con la sociedad estará aún más fortalecido. Al igual, le manifiesto mi seguridad de que los valores que caracterizan a la Universidad de México en los primeros años del siglo XXI: su sentido autónomo, nacional, laico y de defensa de las humanidades, las ciencias y las artes, estarán consolidados en cinco décadas", concluyó.

José Narro R